jueves, 27 de noviembre de 2014

LA PEDAGOGÍA CONSTRUCTIVISTA. PRINCIPIOS Y ETAPAS DEL DESARROLLO COGNITIVO. DE PIAGET A LOWENFELD.


El modelo de aprendizaje constructivista, basado en la teoría del conocimiento del mismo nombre, se caracteriza por situar al alumno como actor principal de su propio aprendizaje.
Inspirada en la psicología constructivista, mantiene que para que se produzca aprendizaje, el conocimiento debe ser construido o reconstruido por el propio sujeto a través de la acción, a partir de la base de enseñanzas anteriores.
Según esta teoría, el aprendizaje no es aquello que simplemente se pueda transmitir, sino lo que cada persona reconstruya con su experiencia interna. De este planteamiento, con una carga tan grande de subjetividad y de individualidad se deriva un primer inconveniente como es el que no se pueda medir el aprendizaje realizado, por ser éste único en cada uno de los sujetos destinatarios del mismo.
En este modelo, el alumno es el que de una manera siempre activa realiza su aprendizaje, construyendo sus propios procedimientos para resolver los problemas que se le presenten. El profesor aquí se limita a proveer de herramientas al alumno para que pueda superar las sucesivas dificultades que finalmente le llevan al conocimiento, siempre en función de su individualidad. Ya se puede suponer que los errores serán frecuentes, aunque aquí el error está libre de la habitual connotación negativa, pues es algo inherente al proceso de aprendizaje. Se podría decir que gracias a los errores se aprende.
En cualquier caso, el método parte de una suposición básica de que las personas aprenden cuando pueden controlar su aprendizaje y están al corriente del control que poseen, presuponiendo, a su vez, que esa actitud activa del alumno en la que se basa el método va a estar siempre presente, lo que representa, en mi opinión, otra importante objeción que se añade a la que antes se ha señalado en relación a la imposibilidad de medir los resultados.
Pero como suele ocurrir en todos los ámbitos de las ciencias, y desde luego en  el de las ciencias sociales, las teorías no suelen ser lineales así que podemos citar a los tres principales representantes de ésta, con el común denominador de asumir la idea de compartir una teoría de aprendizaje centrada, sobre todo, en la persona y en sus experiencias previas que le llevan a nuevas construcciones mentales, pero con la particularidad de que cada uno de ellos expresa la construcción del conocimiento dependiendo de, si el sujeto interactúa con el sujeto del conocimiento (Piaget y su teoría denominada “Epistemología genética”), si lo realiza con otros (Vygotsky con la “Teoría socio-cultural del lenguaje”) o si es significativo para el sujeto (Ausubel, autor de la “Teoría del aprendizaje significativo”), dando lugar así, a tres diferentes tendencias dentro de la común pedagogía constructivista.
Centrándonos en la figura de Piaget, mantiene que el intelecto se compone de estructuras o habilidades físicas y mentales llamadas esquemas, que la persona utiliza para experimentar nuevos acontecimientos y adquirir otros esquemas. A partir de sus observaciones, concluyó que el niño comienza su vida con unos reflejos innatos como gritar, asir y succionar. Estos actos reflejos son las habilidades físicas (estructuras o esquemas) con las que el bebé comienza a vivir, y van cambiando gradualmente a causa de la interacción del niño con el medio ambiente, desarrollándose, de este modo, otras estructuras físicas y, finalmente, mentales. En las siguientes etapas de la vida este proceso continua; se sigue  disponiendo de un conjunto de estructuras formadas, en su mayor parte, por ideas y conocimientos. Estas estructuras que se utilizan para manejar las nuevas experiencias o ideas, a medida que se van teniendo ayudan a adquirir otras nuevas ideas que, a su vez,  inducen a cambiar las que se tenían hasta ese momento.
Además, Piaget identificó dos funciones o procesos intelectuales que todo el mundo comparte, independientemente de la edad, de las diferencias individuales o del contenido que se procese. Estos procesos, que forman y cambian los esquemas, reciben por regla general el nombre de adaptación y organización. La adaptación, mecanismo por medio del cual una persona se ajusta a su medio ambiente, es un proceso doble, que consiste en adquirir información y en cambiar las estructuras cognitivas previamente establecidas hasta adaptarlas a la nueva información que se percibe.
 El proceso de adquisición de información se llama asimilación; el proceso de cambio, a la luz de la nueva información, de las estructuras cognitivas establecidas, se llama acomodación.
Como cuestión central en la teoría de Piaget que acabamos de esbozar, cabría destacar su idea de los “estadios evolutivos”, que se corresponden con los que un niño normal atraviesa en su desarrollo cognitivo: el estadio senso-motor (0-2 años), el estadio preoperatorio (2-7 años), el estadio de las operaciones concretas (7-12) y el estadio de las operaciones formales (12 en adelante); cada uno de ellos corresponde a un determinado intervalo de edad que, no necesariamente, es exactamente igual para cada individuo.
Según se va desarrollando el organismo, sus estructuras cognitivas cambian desde lo “instintivo” a través de lo “sensorio-motor” a la estructura “operativa” del pensamiento adulto: tres formas de estructura cognitiva que representan tres niveles diferentes del conocer.
Con esta misma línea de pensamiento podemos relacionar las aportaciones de Viktor Lowenfeld, profesor de educación artística en Estados Unidos y autor del libro “El desarrollo de la capacidad creadora” en el que examina todas las etapas evolutivas del niño desde los 0 a los 12 años, centrándose en el área plástico-expresiva, y en el estudio de las habilidades en el manejo del grafismo, la representación del espacio, el uso del color, etc. etapa por etapa, que finalmente utilizó para plantear una teoría sobre el desarrollo de la capacidad creativa en los niños.
De forma análoga a como había establecido Piaget, Lowenfeld determina las siguientes etapas evolutivas: la etapa del garabato (hasta los 4 años); la etapa pre-esquemática (4-7 años); la etapa esquemática (7-9 años); la etapa del realismo (9-12 años); la etapa del pseudonaturalismo (12-13 años); y, finalmente la etapa de la decisión (13-14 años).
Sin entrar en el detalle de cada una de ellas, lo que se produce es una natural evolución desde los primeros trazos compulsivos y sin control de la primera etapa hasta una mejor representación de la realidad que finaliza con la selección de la técnica que se desea perfeccionar una vez alcanzado lo que Lowenfeld denomina “impresionismo sensorial”, es decir, el momento en el que lo dibujado demuestra sentimientos.
Por último, y para poder establecer una valoración crítica de todo lo expuesto sería necesario conocer los resultados de la puesta en práctica de estas teorías que antes ya se ha señalado, parten de la base del discutible punto de partida que asume la correcta actitud del alumno, fundamental en el éxito de este proceso de aprendizaje.
En este sentido cobra especial relevancia lo que señala Mario Carretero en su artículo “Desarrollo cognitivo y aprendizaje. Constructivismo y educación” cuando señala que, en base a la experiencia observada, este método puede resultar especialmente eficaz en los primeros años de la infancia hasta aproximadamente la edad de diez años momento en el que los contenidos se vuelven más académicos y formalistas con la consiguiente pérdida de interés por parte del alumno, agudizándose este proceso en la adolescencia, con la paradoja de que cuando se tienen mejores capacidades cognitivas y conocimientos previos, se produce un mayor desinterés por continuar el proceso de estudio y formación por parte del alumno.
Por esta misma razón el mismo método puede resultar más adecuado para el aprendizaje de materias de contenido menos rígido como son precisamente las relacionadas con la educación artística a las que Lowenfeld aplicó su teoría en la manera explicada.


                                                                      

 BIBILIOGRAFÍA


Giordan,A (1995). Los nuevos modelos de aprendizaje: ¿Más allá del constructivismo?
               Recuperado de http://cms.unige.ch/ldes/wp-content/uploads/2012/07/LOS-NUEVOS-MODELOS-DE-APRENDIZAJE.pdf

Vargas-Mendoza, J. E. (2006). Desarrollo cognitivo de Jean Piaget. México: Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C.
               Recuperado de http://www.conductitlan.net/presentaciones/piaget.ppt

Carretero, M. (1997). Desarrollo cognitivo y aprendizaje. Constructivismo y educación.
               Recuperado de: http://www.educando.edu.do/Userfiles/P0001/File/Que_es_el_constructivismo.pdf
              



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