lunes, 11 de mayo de 2015

ART AND THE BUILT ENVIRONMENT

El proyecto denominado “Art and the Built Environment” (ABE), desarrollado en Gran Bretaña, fundamentalmente en las décadas de los años setenta y ochenta del pasado siglo, supuso la experiencia más importante y hoy mejor documentada que pretendió unir el arte, el entorno construido y la educación, con unos métodos que han seguido siendo utilizados en experiencias similares desarrolladas posteriormente en otros países.
En el nuestro ha sido estudiado por Alfredo Palacios Garrido a través de su tesis doctoral “La comprensión del entorno construido desde la educación artística. Una propuesta para educación primaria y formación inicial del profesorado”.
El planteamiento de esa experiencia educativa estuvo ligada al descontento de la población con los procesos de planificación urbana desarrollados en la década de los años 60 en aquel país y con la voluntad de la administración británica de facilitar a sus ciudadanos la formación necesaria para involucrarlos en las decisiones sobre esos mismos procesos a través del procedimiento de la participación pública, situación que podemos reconocer como una necesidad no satisfecha en este momento y en nuestro país.

viernes, 17 de abril de 2015

REFLEXIÓN SOBRE EL CONTEXTO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

La escasa consideración que merece la educación artística en el actual contexto educativo queda bien patente en las previsiones que la administración ha considerado oportuno poner en práctica a partir del próximo curso en el que, además de reducir el número de horas lectivas de la asignatura Educación Plástica y Visual, que pasa de cuatro horas a tres, elimina su obligatoriedad en el tercer cuso de la E.S.O. donde pasa a ser optativa.
Las reacciones ante esta situación han sido, sobre todo, la protesta o la queja de los profesores de esta asignatura, que ven reducir su presencia en el engranaje docente de la formación obligatoria.
Menos han sido los que responden buscando salidas y nuevas perspectivas al planteamiento de la educación artística, ahora en horas bajas; pero también existen. Son aquellos que apuestan por entender que la educación artística puede ser un medio para adquirir otros tipos de conocimientos que, en principio, no tienen que estar relacionados con ella. Lo que en lenguaje pedagógico han dado en llamarse “competencias transversales”.
El propio decreto 1631/2006 que establece las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria reconoce que en su planteamiento “no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias”, ocurriendo que “cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias”.
Esta situación permite indagar en la posibilidad de ampliar las relaciones entre los contenidos, los objetivos y la contribución de las distintas materias a la adquisición de las competencias básicas tal como están previstas en su actual redacción.
Si la imaginación y la creatividad son consustanciales al arte, también ahora serán atributos necesarios para buscar nuevos planteamientos que conduzcan a la recuperación de la presencia del arte en la educación.
La convicción de que la educación artística es un excelente medio para enseñar y para aprender, puede ser un buen punto de partida.

LA ENSEÑANZA COLABORATIVA. MAPA CONCEPTUAL


LA ENSEÑANZA COLABORATIVA. CONCEPTOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS

La enseñanza colaborativa se puede definir como un sistema pedagógico basado en la influencia recíproca entre los integrantes de un grupo.
En este sistema, el propio procedimiento de trabajo basado en la colaboración, es tan importante como la resolución de la tarea encomendada puesto que para llegar al final del proceso, previamente habrá sido necesario negociar, consensuar y desarrollar habilidades sociales y de equipo, competencias todas ellas aplicables a todos los ámbitos de la vida.
Los primeros antecedentes históricos se remontan a la propia historia social del hombre, puesto que fue la cooperación entre los hombres primitivos una de las claves de su evolución, y las referencias a la necesidad de la colaboración entre iguales para un mejor aprendizaje se pueden encontrar en los testimonios escritos más antiguos de los que podemos disponer.
Los métodos de Sócrates en la Grecia clásica involucrando a sus discípulos en los discursos, los de Séneca en los tiempos del Imperio Romano o el sistema gremial de la Edad Media que enfatizaba el trabajo conjunto de los aprendices en pequeños grupos, pueden ser ejemplos de antecedentes de la colaboración como método de enseñanza.
Pero no es hasta siglos posteriores, con la aparición de las primeras tendencias pedagógicas, cuando se abordará el aspecto grupal de la educación de manera más consistente. En concreto, el checo Juan A. Comenio, a quien que se considera precursor de la didáctica moderna, es el primero en introducir en el siglo XVII, conceptos y métodos que preparan el tránsito de la enseñanza individualizada a la enseñanza basada en grupos.
Desde ese momento hasta nuestros días muchas han sido las aportaciones de importantes estudiosos de la pedagogía en el planteamiento y el desarrollo de métodos basados en la colaboración entre estudiantes. Destacamos dos: la del norteamericano John Denwey, considerado el creador de la denominada “Escuela activa”, que desarrolla un proyecto metodológico de instrucción, en el que se promueve el uso de los grupos de aprendizaje colaborativo, del que se deriva la comprensión del individuo como una parte de la sociedad, que necesita ser preparado con la finalidad de hacer aportaciones a esa misma sociedad a la que pertenece; y la del psicólogo ruso Lev Vygotsky autor de la teoría socio-cultural del lenguaje que defiende que aprender es una experiencia de carácter fundamentalmente social en donde el lenguaje juega un papel básico como herramienta de mediación, no sólo entre profesor y estudiantes sino también entre compañeros. En este sentido, observa que los estudiantes aprenden cuando tienen que explicar, justificar o argumentar sus ideas a otros y que incluso pueden tener más éxito que el propio profesor para hacer entender ciertos conceptos a sus compañeros.
La naturaleza social del hombre que ya postulaba Aristóteles parece ser la mejor justificación para el planteamiento de la experiencia de aprender en colaboración con otros, cuya puesta en práctica requiere el planteamiento de técnicas y métodos que van mucho más allá que la simple agregación de individuos en un grupo para trabajar conjuntamente.
En primer lugar se requiere la formación del equipo de trabajo  con un criterio que permita la máxima interacción entre sus miembros para que surja el aprendizaje. La colaboración, por tanto, implica la interacción entre dos o más personas para producir conocimiento nuevo, basado en la responsabilidad por las acciones individuales en un ambiente de respeto por los aportes de todos y un fuerte compromiso con el objetivo común.
El aprendizaje así planteado, se basa en la actividad de cada uno de los miembros del grupo que colabora en la construcción del conocimiento y el aprendizaje de todos en un colectivo no competitivo. Es el grupo el que decide cómo realizar la tarea, qué procedimientos adoptar, cómo dividir el trabajo y las tareas a realizar.
El papel del docente será el de concienciar a los alumnos de las competencias que tienen la oportunidad de desarrollar, además de establecer una serie de estrategias que planifiquen la experiencia educativa.
Es conveniente establecer reuniones de seguimiento del trabajo, que permitan al profesor detectar desde el primer momento los problemas que se puedan plantear, pero siempre con la idea de que forma parte del proceso de aprendizaje la resolución de conflictos por parte de los propios alumnos, tarea que les dotará a medio plazo de mayores habilidades para la negociación y autoestima. La supervisión debe ser permanente, pero la intervención ocasional y no continua, expresando el profesor su confianza en los alumnos para la resolución de los conflictos que se pudieran plantear y, en todo caso, sugiriendo estrategias para evitarlos.
En cuanto a la formación de los grupos es muy importante la estructura horizontal de sus miembros evitando tanto alumnos con excesivo protagonismo como los que no participan, para lo que es una buena estrategia hacerles sentir la responsabilidad de su participación en el equipo para el éxito de la tarea mediante la asignación de roles únicos e indispensables dentro de él. El hecho de que la valoración del resultado del trabajo del grupo sea la misma para cada uno de sus integrantes facilita la cohesión entre sus miembros. En resumen, la formación de los grupos de trabajo debe fomentar la responsabilidad individual de sus miembros en un marco de interdependencia positiva.
Queda por añadir en esta exposición, el reconocimiento del potencial de desarrollo de la enseñanza colaborativa en esta nueva sociedad digital y del conocimiento que ha convertido las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en uno de sus elementos vertebradores, certificando así la continuidad del método adaptado a los nuevos tiempos. En este sentido las propias (TIC) constituyen un marco apropiado de posibilidades debido a que permite las relaciones, el intercambio, la interacción y la comunicación entre los estudiantes potenciando la construcción de una cultura de la colaboración entre profesores, estudiantes y grupos, en los que se basa el método.
Una vez expuestas las características principales del método de la enseñanza colaborativa, su valoración, necesariamente, se basa en mi propia experiencia de utilización, tanto en los periodos de aprendizaje escolar y universitario como en el ejercicio profesional, en los que a día de hoy, el trabajo en equipo se presenta como una alternativa muchas veces imprescindible para poder afrontar con solvencia el desarrollo de tareas que presenten un cierto nivel de dificultad, por su extensión o por su complejidad.
Siendo, por tanto, un método que se puede asegurar que va a ser utilizado en etapas posteriores de aprendizaje y de ejercicio profesional, cobra especial importancia en las primeras etapas de aplicación, su colaboración al desarrollo de habilidades sociales, aplicables a todos los ámbitos de la vida, además de los que están relacionados con la propia resolución del contenido concreto del trabajo propuesto.
El poder experimentar las ventajas del trabajo de un buen equipo, en el que la suma de las aportaciones de cada uno de sus integrantes se ve multiplicada por efecto de las sinergias que produce el esfuerzo común bien dirigido y coordinado, permite reflexionar también sobre uno de los factores clave para el buen funcionamiento del método como es la adecuada selección de los miembros del equipo. En sentido contrario, pueden darse casos en los que algunos perfiles individuales puedan resultar inconvenientes a la hora de trabajar en un determinado grupo, por lo que también se puede llegar a la conclusión de que una mala selección de los integrantes del equipo, puede convertirse en su principal inconveniente.
En cualquier caso, las ventajas son mayores que los aspectos negativos y su buena relación con las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), permiten asegurar la continuidad de uno de los métodos de enseñanza que, como se ha señalado anteriormente, tiene sus raíces más profundas en uno de los factores clave que ha acompañado la propia evolución del ser humano, como es su comportamiento social y la colaboración entre los miembros de una misma comunidad.

  

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS         

Arteaga, F. (2006). Aprendizaje colaborativo: Un reto para la educación contemporánea. Recuperado el 10 de diciembre de 20014 en http://www.monografias.com/trabajos34/aprendizaje-colaborativo/aprendizaje-colaborativo.shtml

Maldonado, M. (2007). El trabajo colaborativo en el aula universitaria. Laurus, vol. 13, núm. 23, pp. 263-278. Accesible en http://www.redalyc.org/pdf/761/76102314.pdf

Movimiento colaborativo (2014). Las dificultades del aprendizaje colaborativo como oportunidad para desarrollar competencias. Recuperado el 10 de diciembre de 2014 http://movimientocolaborativo.wordpress.com/2014/01/04/resoluciondeproblemasenelaprendizajecolaborativo/

sábado, 21 de febrero de 2015

EL ANTIGUO MERCADO DE LA PLAZA DE NÁPOLES Y SICILIA







La plaza de Nápoles y Sicilia, antes de su configuración actual, albergaba un mercado al aire libre con unos desvencijados puestos de venta que fue motivo de un ejercicio de pintura con la técnica de acuarela en un trabajo de Análisis de Formas en el primer curso de la Escuela de Arquitectura.



UN QUIJOTE DE LA PLÁSTICA CARGA CONTRA EL "MOLINO" DE LA LOMCE

La siguiente noticia aparecida en el diario “Levante-El Mercantil Valenciano” el día 15 de febrero de 2015 y firmada por el periodista Rafael Montaner explica la reacción de 136 profesores secundando un “manifiesto en defensa de la Plástica” redactado por Joaquim García Giménez, profesor de Dibujo del Instituto Público de Educación Secundaria (IES) Mediterrània de Benidorm. El artículo explica las perspectivas de la asignatura tras la aprobación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

La asignatura de Educación Plástica y Visual, una de las materias más afectadas por la Lomce, ya tiene quién la defienda. El quijote de esta causa, que ha cambiado su “adarga antigua” por la moderna Internet, es Joaquín García Giménez (Valencia, 1978), profesor de Dibujo del IES Mediterrània de Benidorm.
En poco más de dos semanas García Giménez ha conseguido que 136 docentes de Dibujo y Educación Artística de centros de Secundaria públicos y concertados suscriban el manifiesto en defensa del futuro de la Plástica que ha distribuido por correo electrónico y redes sociales. Una carta que, con todas las adhesiones que ha reunido, ha remitido a la Conselleria de Educación.
El curso 2015-16 que arrancará el próximo septiembre será un ejercicio difícil para este colectivo de enseñantes con la aplicación de la Lomce en los dos cursos impares de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO)  - 1º y 3º - y en primero de Bachillerato. El nuevo currículo Lomce que está adaptando ahora la conselleria reduce de cuatro a tres horas semanales la carga de Educación Plástica y Visual en primero de ESO. Además, también suprime el carácter obligatorio de las dos horas semanales de esta materia en tercero, donde pasa a ser optativa. A todo esto se añade que educación baraja recortar también una de las cuatro horas semanales de la asignatura optativa de dibujo Técnico 1, de primero de Bachillerato.
Desplazamiento de docentes. En la carta dirigida a Català; a su número dos, el secretario autonómico de Educación, Manuel Tomás; al subsecretario, Jesús Carbonell; y al subdirector de Ordenación Académica, Ignacio Martínez, el humilde profesor que desafía en justa desigual al “molino” de la Lomce del ministro Wert, pregunta a la cúpula de la conselleria abiertamente “¿Qué piensan ustedes hacer con los profesores de Dibujo?”.
García Giménez dice sentirse “aterrado” porque el próximo curso, debido a la reducción de una hora en 1º de ESO y a la optatividad en 3º, en los institutos de entre tres y cinco líneas “se puede suponer fácilmente un profesor de Dibujo desplazado con grandísima probabilidad como consecuencia de esa reorganización horaria.

Apunta que la solución que ofrece Educación, de que los docentes afectados por la supresión de horas impartan Comunicación Audiovisual o Historia del Arte, no es viable “porque estas asignaturas generalmente son impartidas por otros departamentos”. “Vamos a acabar ejerciendo tareas que no son propias de nuestra especialidad; además de tontos, apaleados”, concluye.