La escasa consideración que merece la educación artística
en el actual contexto educativo queda bien patente en las previsiones que la
administración ha considerado oportuno poner en práctica a partir del próximo
curso en el que, además de reducir el número de horas lectivas de la asignatura
Educación Plástica y Visual, que pasa de cuatro horas a tres, elimina su
obligatoriedad en el tercer cuso de la E.S.O. donde pasa a ser optativa.
Las reacciones ante esta situación han sido, sobre todo,
la protesta o la queja de los profesores de esta asignatura, que ven reducir su
presencia en el engranaje docente de la formación obligatoria.
Menos han sido los que responden buscando salidas y
nuevas perspectivas al planteamiento de la educación artística, ahora en horas
bajas; pero también existen. Son aquellos que apuestan por entender que la
educación artística puede ser un medio para adquirir otros tipos de
conocimientos que, en principio, no tienen que estar relacionados con ella. Lo
que en lenguaje pedagógico han dado en llamarse “competencias transversales”.
El propio decreto 1631/2006 que establece las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria reconoce que en su planteamiento “no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias”, ocurriendo que “cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias”.
Esta situación permite indagar en la posibilidad de ampliar las relaciones entre los contenidos, los objetivos y la contribución de las distintas materias a la adquisición de las competencias básicas tal como están previstas en su actual redacción.
Si la imaginación y la creatividad son consustanciales al arte, también ahora serán atributos necesarios para buscar nuevos planteamientos que conduzcan a la recuperación de la presencia del arte en la educación.
La convicción de que la educación artística es un excelente medio para enseñar y para aprender, puede ser un buen punto de partida.
El propio decreto 1631/2006 que establece las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria reconoce que en su planteamiento “no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias”, ocurriendo que “cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias”.
Esta situación permite indagar en la posibilidad de ampliar las relaciones entre los contenidos, los objetivos y la contribución de las distintas materias a la adquisición de las competencias básicas tal como están previstas en su actual redacción.
Si la imaginación y la creatividad son consustanciales al arte, también ahora serán atributos necesarios para buscar nuevos planteamientos que conduzcan a la recuperación de la presencia del arte en la educación.
La convicción de que la educación artística es un excelente medio para enseñar y para aprender, puede ser un buen punto de partida.
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