Éste es el enlace con la presentación del pecha-kucha. 20 imágenes que han necesitado algo más de 20 segundos por imagen para su explicación.
viernes, 24 de abril de 2015
LA EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA Y LAS ARTES PLÁSTICAS EN EL SIGLO XIX. ESTILOS Y RUPTURAS
viernes, 17 de abril de 2015
REFLEXIÓN SOBRE EL CONTEXTO ACTUAL DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA
La escasa consideración que merece la educación artística
en el actual contexto educativo queda bien patente en las previsiones que la
administración ha considerado oportuno poner en práctica a partir del próximo
curso en el que, además de reducir el número de horas lectivas de la asignatura
Educación Plástica y Visual, que pasa de cuatro horas a tres, elimina su
obligatoriedad en el tercer cuso de la E.S.O. donde pasa a ser optativa.
Las reacciones ante esta situación han sido, sobre todo,
la protesta o la queja de los profesores de esta asignatura, que ven reducir su
presencia en el engranaje docente de la formación obligatoria.
Menos han sido los que responden buscando salidas y
nuevas perspectivas al planteamiento de la educación artística, ahora en horas
bajas; pero también existen. Son aquellos que apuestan por entender que la
educación artística puede ser un medio para adquirir otros tipos de
conocimientos que, en principio, no tienen que estar relacionados con ella. Lo
que en lenguaje pedagógico han dado en llamarse “competencias transversales”.
El propio decreto 1631/2006 que establece las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria reconoce que en su planteamiento “no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias”, ocurriendo que “cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias”.
Esta situación permite indagar en la posibilidad de ampliar las relaciones entre los contenidos, los objetivos y la contribución de las distintas materias a la adquisición de las competencias básicas tal como están previstas en su actual redacción.
Si la imaginación y la creatividad son consustanciales al arte, también ahora serán atributos necesarios para buscar nuevos planteamientos que conduzcan a la recuperación de la presencia del arte en la educación.
La convicción de que la educación artística es un excelente medio para enseñar y para aprender, puede ser un buen punto de partida.
El propio decreto 1631/2006 que establece las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria reconoce que en su planteamiento “no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias”, ocurriendo que “cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias”.
Esta situación permite indagar en la posibilidad de ampliar las relaciones entre los contenidos, los objetivos y la contribución de las distintas materias a la adquisición de las competencias básicas tal como están previstas en su actual redacción.
Si la imaginación y la creatividad son consustanciales al arte, también ahora serán atributos necesarios para buscar nuevos planteamientos que conduzcan a la recuperación de la presencia del arte en la educación.
La convicción de que la educación artística es un excelente medio para enseñar y para aprender, puede ser un buen punto de partida.
LA ENSEÑANZA COLABORATIVA. CONCEPTOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS
La enseñanza colaborativa se
puede definir como un sistema pedagógico basado en la influencia recíproca
entre los integrantes de un grupo.
En este sistema, el propio
procedimiento de trabajo basado en la colaboración, es tan importante como la
resolución de la tarea encomendada puesto que para llegar al final del proceso,
previamente habrá sido necesario negociar, consensuar y desarrollar habilidades
sociales y de equipo, competencias todas ellas aplicables a todos los ámbitos
de la vida.
Los primeros antecedentes históricos
se remontan a la propia historia social del hombre, puesto que fue la
cooperación entre los hombres primitivos una de las claves de su evolución, y
las referencias a la necesidad de la colaboración entre iguales para un mejor
aprendizaje se pueden encontrar en los testimonios escritos más antiguos de los
que podemos disponer.
Los métodos de Sócrates en
la Grecia clásica involucrando a sus discípulos en los discursos, los de Séneca
en los tiempos del Imperio Romano o el sistema gremial de la Edad Media que
enfatizaba el trabajo conjunto de los aprendices en pequeños grupos, pueden ser
ejemplos de antecedentes de la colaboración como método de enseñanza.
Pero no es hasta siglos posteriores, con la
aparición de las primeras tendencias pedagógicas, cuando se abordará el aspecto
grupal de la educación de manera más consistente. En concreto, el checo Juan A. Comenio, a quien que se considera
precursor de la didáctica moderna, es el primero en
introducir en el siglo XVII, conceptos y métodos que preparan el tránsito de la
enseñanza individualizada a la enseñanza basada en grupos.
Desde ese momento hasta nuestros días muchas
han sido las aportaciones de importantes estudiosos de la pedagogía en el
planteamiento y el desarrollo de métodos basados en la colaboración entre
estudiantes. Destacamos dos: la del norteamericano John Denwey, considerado el
creador de la denominada “Escuela activa”, que desarrolla un
proyecto metodológico de instrucción, en el que se
promueve el uso de los grupos de aprendizaje colaborativo, del que se deriva la
comprensión del individuo como una parte de la sociedad, que necesita ser
preparado con la finalidad de hacer aportaciones a esa misma sociedad a la que
pertenece; y la del psicólogo ruso Lev Vygotsky autor de la teoría
socio-cultural del lenguaje que defiende que aprender es una experiencia de
carácter fundamentalmente social en donde el lenguaje juega un papel básico
como herramienta de mediación, no sólo entre profesor y estudiantes sino
también entre compañeros. En este sentido, observa que los estudiantes aprenden
cuando tienen que explicar, justificar o argumentar sus ideas a otros y que
incluso pueden tener más éxito que el propio profesor para hacer entender
ciertos conceptos a sus compañeros.
La naturaleza social del hombre que ya postulaba
Aristóteles parece ser la mejor justificación para el planteamiento de la
experiencia de aprender en colaboración con otros, cuya puesta en práctica
requiere el planteamiento de técnicas y métodos que van mucho más allá que la
simple agregación de individuos en un grupo para trabajar conjuntamente.
En primer lugar se requiere la formación del equipo
de trabajo con un criterio que permita
la máxima interacción entre sus miembros para que surja el aprendizaje. La
colaboración, por tanto, implica la interacción entre dos o más personas para
producir conocimiento nuevo, basado en la responsabilidad por las acciones
individuales en un ambiente de respeto por los aportes de todos y un fuerte
compromiso con el objetivo común.
El aprendizaje así planteado, se basa en la
actividad de cada uno de los miembros del grupo que colabora en la construcción
del conocimiento y el aprendizaje de todos en un colectivo no competitivo. Es
el grupo el que decide cómo realizar la tarea, qué procedimientos adoptar, cómo
dividir el trabajo y las tareas a realizar.
El papel del docente será el de concienciar a
los alumnos de las competencias que tienen la oportunidad de desarrollar,
además de establecer una serie de estrategias que planifiquen la experiencia
educativa.
Es conveniente establecer reuniones de
seguimiento del trabajo, que permitan al profesor detectar desde el primer
momento los problemas que se puedan plantear, pero siempre con la idea de que
forma
parte del proceso de aprendizaje la resolución de conflictos por parte de los
propios alumnos, tarea que les dotará a medio plazo de mayores habilidades para
la negociación y autoestima. La supervisión debe ser permanente, pero la
intervención ocasional y no continua, expresando el profesor su confianza en
los alumnos para la resolución de los conflictos que se pudieran plantear y, en
todo caso, sugiriendo estrategias para evitarlos.
En cuanto a la formación de los grupos es muy importante
la estructura horizontal de sus miembros evitando tanto alumnos con excesivo
protagonismo como los que no participan, para lo que es una buena estrategia
hacerles sentir la responsabilidad de su participación en el equipo para el
éxito de la tarea mediante la asignación de roles únicos e indispensables dentro
de él. El hecho de que la valoración del resultado del trabajo del grupo sea la
misma para cada uno de sus integrantes facilita la cohesión entre sus miembros.
En resumen, la formación de los grupos de trabajo debe fomentar la
responsabilidad individual de sus miembros en un marco de interdependencia
positiva.
Queda por añadir en esta exposición, el reconocimiento del
potencial de desarrollo de la enseñanza colaborativa en esta nueva sociedad
digital y del conocimiento que ha convertido las tecnologías de la información
y de la comunicación (TIC) en uno de sus elementos vertebradores, certificando
así la continuidad del método adaptado a los nuevos tiempos. En este sentido
las propias (TIC) constituyen un marco apropiado de posibilidades debido a que
permite las relaciones, el intercambio, la interacción y la comunicación entre
los estudiantes potenciando la construcción de una cultura de la colaboración
entre profesores, estudiantes y grupos, en los que se basa el método.
Una vez expuestas las características principales del
método de la enseñanza colaborativa, su valoración, necesariamente, se basa en
mi propia experiencia de utilización, tanto en los periodos de aprendizaje
escolar y universitario como en el ejercicio profesional, en los que a día de
hoy, el trabajo en equipo se presenta como una alternativa muchas veces
imprescindible para poder afrontar con solvencia el desarrollo de tareas que
presenten un cierto nivel de dificultad, por su extensión o por su complejidad.
Siendo, por tanto, un método que se puede asegurar que va
a ser utilizado en etapas posteriores de aprendizaje y de ejercicio
profesional, cobra especial importancia en las primeras etapas de aplicación, su
colaboración al desarrollo de habilidades sociales, aplicables a todos los
ámbitos de la vida, además de los que están relacionados con la propia
resolución del contenido concreto del trabajo propuesto.
El poder experimentar las ventajas del trabajo de un buen
equipo, en el que la suma de las aportaciones de cada uno de sus integrantes se
ve multiplicada por efecto de las sinergias que produce el esfuerzo común bien dirigido
y coordinado, permite reflexionar también sobre uno de los factores clave para
el buen funcionamiento del método como es la adecuada selección de los miembros
del equipo. En sentido contrario, pueden darse casos en los que algunos
perfiles individuales puedan resultar inconvenientes a la hora de trabajar en
un determinado grupo, por lo que también se puede llegar a la conclusión de que
una mala selección de los integrantes del equipo, puede convertirse en su
principal inconveniente.
En cualquier caso, las ventajas son mayores que los
aspectos negativos y su buena relación con las nuevas tecnologías de la
información y comunicación (TIC), permiten asegurar la continuidad de uno de
los métodos de enseñanza que, como se ha señalado anteriormente, tiene sus
raíces más profundas en uno de los factores clave que ha acompañado la propia
evolución del ser humano, como es su comportamiento social y la colaboración
entre los miembros de una misma comunidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arteaga, F. (2006). Aprendizaje
colaborativo: Un reto para la educación contemporánea. Recuperado el 10 de
diciembre de 20014 en http://www.monografias.com/trabajos34/aprendizaje-colaborativo/aprendizaje-colaborativo.shtml
Maldonado, M. (2007).
El trabajo colaborativo en el aula universitaria. Laurus, vol. 13, núm. 23,
pp. 263-278. Accesible en http://www.redalyc.org/pdf/761/76102314.pdf
Movimiento
colaborativo (2014). Las dificultades del
aprendizaje colaborativo como oportunidad para desarrollar competencias.
Recuperado el 10 de diciembre de 2014 http://movimientocolaborativo.wordpress.com/2014/01/04/resoluciondeproblemasenelaprendizajecolaborativo/
Suscribirse a:
Entradas (Atom)